Lejos de relacionar al tantra con connotaciones comunes como orgasmos, sexo, instintos sexuales, poliamor u orgías, este fascinante término va más allá de todo: El tantra es amor. ¿Y qué queremos decir con esto? Pues, en que es una tradición milenaria y un arte que emerge entre la espiritualidad y la conexión íntima, a través de un camino enriquecedor de profundos significados.
En este aspecto, ¿alguna vez nos hemos detenido a preguntarnos qué es el tantra y cómo se entrelaza con los masajes tántricos? En este artículo queremos hacer hincapié en los secretos y misterios del tantra, adentrándonos en los rincones de esta práctica ancestral que tanta intriga ocasiona. Veamos más a continuación.
¿Qué es el tantra?
La palabra “tantra” proviene de tan, que significa “expandir” o “liberarse” y de tra, que quiere decir “instrumento”. Es decir, que el término completo significa “instrumento para expandirse” y alcanzar un nivel de consciencia superior, con el fin de llegar a la iluminación. Asimismo, tantra en sánscrito quiere decir “tejer” y se relaciona con la idea de que todo está interconectado con una energía divina sagrada.
El tantra, en su esencia, es un sistema filosófico que abraza la conexión entre lo divino y lo humano. Sin embargo, ¿Qué es el tantra exactamente? Pues, podemos decir que es una vía que busca la expansión de la consciencia a través de la integración de lo espiritual y lo mundano y que, a su vez, está muy arraigado a las antiguas tradiciones indias.
Este enfoque holístico ha capturado la curiosidad de quienes buscan una conexión más profunda con su ser y con sus parejas, debido a que se suele asociar con prácticas sexuales. Aunque, como ya hemos mencionado, el tantra es mucho más: es una tradición esotérica y una filosofía de vida que se vincula con el vaisnavismo, el jainismo, el hinduismo y el budismo.
El principio del tantra
En el tantra no existe nada que no sea divino, por lo que el universo está vivo. Por ende, podemos decir que esta filosofía espiritual afirma el cuerpo y afirma el universo, entretejiendo todo en una energía femenina y masculina.
Así, las técnicas utilizadas ayudan a liberar la consciencia trabajando con el cuerpo, el movimiento, la conexión con los otros y la respiración. Todo esto nos puede llevar a la trascendencia en la existencia material, tomando al cuerpo como un gran templo y a la energía sexual como una fuerza divina. En otras palabras, en el tantra se celebran todas las actividades ordinarias hasta volverlas sagradas: acciones mundanas se viven teniendo en cuenta todos los sentidos –incluido el placer.
¿Cuáles son los fines del tantra?
Como bien hemos visto, el tantra se ha desarrollado como una tradición para alcanzar la liberación y la expansión de la consciencia. Por lo que, es una práctica que va más allá de encuentros íntimos; se trata de la integración de la energía sexual con el objetivo de alcanzar un nivel de consciencia elevado —en la cual mente, espíritu y cuerpo estén interconectados. Así, a través de rituales, meditaciones y técnicas específicas, el tantra busca desbloquear el potencial humano para experimentar la espiritualidad a través del placer.
Por otro lado, uno de los principales objetivos del tantra es encontrar la relevancia de lo espiritual en cada aspecto de la vida, además de despertar la energía divina interna. Es interesante cómo esta práctica ancestral se centra en reconocer al yo individual en conexión con un yo cósmico (en donde la naturaleza no es dual).
¿Cómo se relaciona con los masajes tántricos?
La conexión entre el tantra y los masajes tántricos es profunda y significativa. Los masajes van más allá de la mera relajación física y corporal, explorando la energía sexual y la conexión espiritual entre los individuos que participan. Todo esto sucede a través de la atención plena, la respiración consciente, la entrega y el tacto.
El recorrido por esta práctica nos lleva a abrirnos camino hacia la relajación a través de los masajes que involucran, no sólo la meditación, sino también la circulación de la energía por todo nuestro cuerpo. Las sensaciones, emociones y placeres que se sienten al recibir un masaje tántrico hacen que esta experiencia sea realmente muy poderosa y única; va más allá de un simple masaje corporal: permite la apertura de la mente, el corazón y el espíritu.
¿Qué aprendemos luego de una sesión de tantra?
Con el tantra aprendemos todo lo que no es: no es magia, no es hechicería ni es una práctica sexual de poder y control. En realidad, sabemos que es una filosofía de vida holística y un ritual sagrado guiado por la conexión y la integridad de un todo.
En síntesis, con el tantra descubrimos lo siguiente:
- El tantra es amor y permite ver la vida como manifestación divina.
- Enfatiza la autoconciencia y la espiritualidad.
- Fomenta la alineación entre el espíritu, el cuerpo y la mente.
- Nos enseña que el cuerpo es un templo sagrado.
- El tantra no es una búsqueda únicamente sexual.
- Nos ayuda a liberar nuestros cuerpos y mentes, dejándonos llevar.
- El tantra contribuye con la unión divina de uno mismo y de uno con los demás.
- Hace foco en otras zonas erógenas que permanecen dormidas y pierden sensibilidad.
Para finalizar, ya hemos visto qué es el tantra, su relación con los masajes tántricos, en qué consiste y qué podemos aprender de esta filosofía de vida antigua. Y aunque el tantra incluye elementos sexuales o prácticas relacionadas, las técnicas utilizadas abarcan mucho más que este único aspecto.
De esta forma, podemos ver cómo el tantra prioriza el respeto, fomenta la conexión profunda y nos invita a explorar un viaje hacia lo más profundo de nuestros sentidos y emociones. En otras palabras, el tantra es un sistema espiritual íntegro para alcanzar lo no manifestado —aquello aún no llegamos a visualizar o está más allá de la realidad física.
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